Una pausa… para escuchar al mundo
En escucha del mundo: es lo que hemos vivido hoy. Y lo hemos hecho con ayuda de Lidia Maggi (mujer, biblista y pastora de la Iglesia Bautista), de Giambattista Brunori (periodista y autor también de nosotras Paulinas) y de P. Rossano Sala (salesiano, nombrado por Papa Francisco secretario especial para el Sínodo de los obispos sobre Jóvenes, fe y discernimiento vocacional).
La presencia de estos tres relatores ha marcado un momento importante para aquella que, en el Capítulo, se define como la etapa iluminativa. Es decir, etapa en la que probamos a abrir sucesivamente puertas y ventanas para dejar entrar otras luces… conscientes que dar espacio a la luz, significa también hacer surgir las sombras…
Giambattista Brunori y P. Rossano Sala nos han ayudado a atravesar, con concreción, juntas las fracturas de la vida y de las situaciones mundiales y locales, que nos golpean y nos piden concretamente levantarnos, de no vacilar, de tener el coraje de miradas globales, de perspectivas universales que sin embargo se materializan, en elección oportunas, en acciones locales, evaluadas y al mismo tiempo proféticas.
Además nos gustaría enriquecer esta breve comunicación cotidiana con una perla. Un perla preciosa que nosotras hemos recibido de Lidia Maggi, quien como hermana, se ha unido a nosotras y ha dado voz y concreción a aquel versículo del Deuteronomio, que ha ritmado toda la preparación del Capítulo y dará ritmo a nuestro futuro: «Levántate, ponte en camino, confiando en la promesa» (Dt 10,11).
Cada una de nosotras, ha recibido en herencia la Palabra, para que siga llevando vida. Pero ella, no se nos entrega para que entre nuestras manos sea más hermosa o más atractiva. ¡No basta difundirla! Como Paulinas, Hijas de San Pablo, Apóstolas de la Palabra, debemos preocuparnos de encontrar maneras para que la Palabra siga arraigándose y encarnándose en la historia, en nuestras historias comunitarias y personales, para continuar generando vida. Debemos ser capaces de narrar la Palabra, haciendo que la evocación narrativa haga presente a Dios, permita una verdadera experiencia de Él y genere una experiencia mística.
Tenemos necesidad de redescubrir la pedagogía de la Palabra, hecha de nuevos inicios… de confianzas reconfirmadas por Dios después de continuas traiciones.
Tenemos necesidad de consolidar un dato, un hecho (que la historia de la salvación, en la Biblia nos pone continuamente delante): la Palabra se cumple en las traiciones. Dios es uno que siempre vuelve a comenzar. Los padres y madres fundadores de nuestra fe, nos han hecho ver un futuro que no se abre automáticamente, sino que siempre va forzado: tenemos matriarcas estériles y generaciones de niños nacidos de vientres marchitos…
Entonces, una es la certeza: la Palabra es más fuerte que nuestros fracasos. La Palabra, siempre comienza de nuevo, pero nos pide volver a comenzar con ella; con ella, que acepta cada vez ser fracturada por nosotras… pero que con nosotras, no deja de recomenzar.
¡Hasta mañana! #staytune #capitolo_ON #restiamoconnessi
Ariccia, 21 de septiembre de 2019