1.
«LEVÁNTATE Y PONTE EN CAMINO» (Dt 10,11)
CONFIANDO EN LA PROMESA
Hermanas Hijas de san Pablo, habéis elegido como lema de vuestro 11° Capítulo general: «Levántate y ponte en camino» (Dt 10,11) confiando en la promesa. Es bueno comenzar por aquí: el texto y su significado en el conjunto de vuestro 11º Capítulo General.
1. ¿PORQUÉ EL CAPÍTULO GENERAL SE DENOMINA “CAPÍTULO”?
Es interesante recordar – ya desde el principio – porqué un Capítulo general se llama Capítulo. Esta denominación hace, en primer lugar, referencia desde hace siglos, a la sala de los monasterios en la cual los monjes se reunían y se siguen reuniendo en asamblea. Se suele denominar “la sala capitular”.
Pero ¿porqué se llama “capitular”? Pues parece ser que ello era debido a una práctica habitual al iniciar cada asamblea. Y esta consistía en leer algún Capítulo de la Regla o un Capítulo de la Sagrada Escritura. Y de ahí procede la palabra “Capítulo” y “Aula Capitular”.
Vuestro Capítulo no se basa en un texto de vuestras Constituciones, sino un Capítulo de la Sagrada Escritura que habéis elegido, como inspiración: el capítulo 10 del Deuteronomio y lo habéis focalizado en el v. 11. Habéis añadido a ese versículo una idea fundamental en todo el Antiguo Testamento: “confiando en la Promesa”.
Sabéis muy bien porqué habéis elegido este versículo deuteronómico y esa perspectiva de la confianza en la Promesa. Pero permitidme que centre esta reflexión inicial en ese mismo texto.
Yo me he preguntado: ¿qué tiene que ver este texto del Deuteronomio con vuestra vida y misión, con vuestro carisma, hoy, a finales de la segunda década del siglo XXI? Y más radicalmente aún: ¿Cómo sonaría este texto en el corazón y la praxis del Beato Alberione? Veamos primero el sentido del texto y preguntémonos después por su significado para vuestro fundador y para vosotras hoy.
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