Un “lugar” por habitar
Lo habíamos anticipado ayer: hoy toda nuestra concentración ha estado orientada hacia un particular «lugar misionero». ¿Cuál? Quizás no será fácil imaginarlo porque creo que pocos lo hemos definido así. Ok, salgamos fuera de la metáfora y vamos derecho al punto.
La Hna. Gabriella Santon, ecónoma general, nos ha tomado de la mano y nos ha acompañado con gran precisión, puntualidad y concreción en los pliegues económicos de nuestras realidades de congregación. Si, el lugar misionero que hoy hemos explorado es la economía. Y no, no se puede negar con la cabeza ante esta afirmación y pensar que sea sólo una frase para el efecto.
«La economía», afirma Hna. Gabriella, «para nosotras es un lugar de misión porque está y debe ser un lugar de servicio del bien, lugar en el cual estamos llamadas a dar testimonio del Evangelio. Administrar sabiamente, utilizar los bienes materiales y valorizar los recursos humanos, es un ministerio, hoy más que nunca urgente y necesario para cumplir nuestra misión evangelizadora y a dar testimonio que cuanto tenemos está al servicio del bien común».
Para nuestra misión específica, el beato Santiago Alberione, ha entregado un importante mandato, una forma específica de vivir la pobreza, que no es sólo renunciar, un no tener o un no gestionar. La «pobreza» que se nos pide es revitalizar una pobreza que renuncia, produce, conserva, provee, edifica… y precisamente este mandato hoy podría ser «la fuente inspiradora de un nuevo camino, de un cambio estructural, de un inédito aporte económico y testimonio para nosotras y para nuestras sociedades».
Como sabemos, Economía, significa oikos – nomos: la ley de la casa, es decir, lo que permite a una casa hacer vivir a quien la habita, de abrirse a quien se asoma a su puerta y de ofrecer a otros lo que ella misma produce. Tener el coraje de habitar con espíritu evangélico este lugar – eligiendo estar distantes de aquellas lógicas que inclinan a lo humano al beneficio y teniendo el bien como criterio – hará de cada parte de nuestra vida, un lugar en que la Vida se genera, se custodia, se dona y se multiplica. Para todas nosotras, este es un desafío irrenunciable. Es un apelo que en comunión con la Iglesia y con el mundo, sentimos hoy con renovada consciencia un deber por asumir.
La jornada, iniciada hoy, con la alegría de los cantos africanos, concluye con muchas preguntas abiertas…
¿Y mañana? Mañana tocaremos a la puerta de algunos países. ¡Las esperamos! #staytune #capitolo_ON #restiamoconnessi
Ariccia, 15 de septiembre de 2019