Tema
Nacidas de la Palabra, para anunciar e indicar a todos «el camino luminoso de la vida», que es el Evangelio de Cristo Jesús, tenemos en nuestro ADN...
«Levántate y ponte en camino» (Dt 10,11)
confiando en la Promesa
Nacidas de la Palabra, para anunciar e indicar a todos «el camino luminoso de la vida», que es el Evangelio de Cristo Jesús, tenemos en nuestro ADN una gran audacia misionera.
Pero ¿qué quiere hacer Dios con nosotras hoy? ¿Dónde entiende conducirnos el Espíritu, el verdadero “protagonista” de la misión?
¿Cómo expresar la profecía paulina en respuesta a los apelos que el Señor nos dirige en esta hora de la historia del mundo? ¿Cómo volver a ponernos en camino confiando en aquella Promesa de fidelidad, de gracia y de fecundidad recibida en el «sueño» de P. Alberione y que aún hoy alimenta nuestro sueño de realizar algo nuevo?
El «No teman. Yo estoy con ustedes» es dirigido a nosotras por el Maestro, en este preciso momento histórico, y nos pone de nuevo en camino, invitándonos a mirar nuestra pequeñez y pobreza como re- curso y condición favorable para colaborar a la misión del Espíritu a través de nuestro don específico.
Il «Non temete. Io sono con voi» è rivolto dal Maestro a noi, in questo preciso momento storico, e ci rimette in cammino, invitandoci a guardare la nostra piccolezza e povertà come risorsa e condizione favorevole per collaborare alla missione dello Spirito attraverso il nostro specifico dono.
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La espiral coloreada, en su juego gráfico de apertura y armoniosa profundidad, representa la acción envolvente y transformadora del Espíritu Santo...
La espiral coloreada, en su juego gráfico de apertura y armoniosa profundidad,
representa la acción envolvente y transformadora del Espíritu Santo, cuyo soplo vital todo recrea.
Del abrazo del Espíritu, el revelador de la fidelidad de Dios,
brota decidida la palabra Levántate: una invitación que relanza nuestra vida
hacia una nueva vitalidad, misionera y profética.
En continuidad con el camino de la congregación,
los colores de la espiral subrayan la variedad de los miembros del Instituto
y la universalidad del carisma paulino.
